Oh, pero qué bohemio soy....

Queridos modernillos comunes, que os creéis bohemios porque vais despeinaos, lleváis abrigos largos, barba de dos días y leéis a Poe mientras tomáis café en un bar. Os voy a presentar la auténtica esencia para llegar a ser un bohemio verdadero.

Pero qué bohemio te pones cuando tienes la boca llena papas.

Aquí lo tenéis, un producto que combina lo mejor de las calorías de unas patatas fritas regulares y la grasa del auténtico bacon, combinación perfecta que hará que la inspiración llegue instantáneamente a vuestra cabeza. El señor Kafka solía comerlas mientras escribía sus relatos, verídico, me lo dijo ayer en el bar.

El producto mejor conservado, pero sólo los auténticos bohemios son capaces de disfrutar de sus ventajas. A mí no me inspira mucho para escribir, pero sí para decir maldita sea, ponte a hacer ejercicio de una putísima vez. Cada uno usa su inspiración en lo que quiere…. Supongo que yo no soy un modernillo común, y mucho menos un bohemio.