miércoles, 14 de abril de 2010

Me pongo cerdaco!

Llevamos casi dos meses en este país, y ya se va haciendo notar la nostalgia. Cada uno la maneja como puede, y es que como somos un grupo tan variado, cada uno tiene motivos diferentes para echar de menos su casa. No digo que esté siendo fácil para mí, pero yo quizás sea de los que menos motivos tiene para estar “homesick”, no tengo esposa, no tengo hijos, o no soy abuelo…
Total, la gente ya va recibiendo a sus familias que le traen aquello que aquí es difícil de encontrar. En el caso de Mr. Belgium1, sus padres le trajeron cerveza de al lao de su casa (a 4km según él). Como podéis imaginar, cerveceros empedernidos, se trata de Chimay, si no la conocéis deberíais ir al infierno! \m/.

Ven pacá mujer que te agarre como te mereces!

Así que ayer, aprovechando el cambio de turno, nos invitó a su kello para bebernos unas cervecícas de la tierra. Yo pensé, joder, nos vamos a beber su cerveza, espero que sus padres le hayan traído suficiente, ingenuo de mí, pensando que le habrían traído 5 o 6 botellas. Cuando abrí la despensa….

Nunca subestimes el poder de la cerveza y el amor paterno.

Cuando llevábamos tres señoritas en lo alto, nuestro querido “shift leader” decidió llevarnos a cenar a una tasca típica de aquí, que quedaba a unos 50m de la casa de Mr. Belgium1. Que pedimos para cenar? Codillo de cerdo, pues claro que sí, como un campeón! Resultado, he dormido como un bebé y al levantarme me he tenío que fregar la cara, porque tenía la babilla caía. Y ahora, a currar bastardo!

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