Ayer estaba en el bar con mi compañera Lituana, después de comprar mis magníficas zapatillas para estar en casa. Me estaba explicando lo que supone vivir en sitios tan fríos, como le echan gasolina a los depósitos de los vehículos diésel para que éstos no se congelen, similitudes entre idioma checo y el ruso y demás curiosidades.
Empecé a preguntarle que me enseñase algunas frases sencillas, como "hola! cómo estás? Estoy bien, gracias, una cerveza, por favor, quiero zumbarte por detrás,etc" Todo esto me hizo recordar una conversación que tuve con un amigo unos 5 o 6 años atrás.
Básicamente me preguntó por el deseo pediría si me encontrase la típica lámpara mágica, que te encuentras un domingo paseando por el desierto de tabernas después de echar una siesta. No recuerdo cual fue mi respuesta, seguro que pediría algo tan original como ser rico, o ser el guitarrista más rápido del mundo, o poder cagar cadenas mientras expulsaba fuego por las narices por tal de ser el más jevy.
Él sin embargo, respondió "Me gustaría hablar todos los idiomas del mundo, ser capad de comunicarme con cualquier persona del mundo donde quiera que vaya". Yo pensé, bah! Ser el más jevy mola más. Pero ay! Joven pollo... quien te hubiese dicho a ti que te arrepentirías de esas palabras....
Estoy agradecido de esta experiencia y está siendo muy gratificante para mí, pero cada día que pasa me doy cuenta de lo mameluco que soy con respecto a los idiomas y lo que me cuesta aprenderlos.... Envidio a los guacamayos que aprenden idiomas como si de mear en pared se tratase. Yo, mientras tanto, tengo que joderme con mi torpeza y holgazanería.
En fin señores! Sean malos y... į sveikatą!
mis zapatillas de estar por casa son dos cabezas de perros. cuando estan en la lavadora me pongo dos cabezas de burro. ayy que calenticas son!
ResponderEliminarYo siempre quise tener dos cabezas de comepiedras voladores, pero me tuve que conformar con las converse....
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