domingo, 26 de diciembre de 2010

Vuelta a casa

Buenas noches a todos!

Espero que las navidades os estén yendo estupendamente a todos. Yo he andado un poco liado este mes de Diciembre debido a mi visita a España y al curro a la vuelta.

Hoy voy a hablaros especialmente sobre el viaje de vuelta. Hacía calor, Málaga 17 grados, Diciembre, no me lo podía creer, y ahí estaba yo, con mis botas, mi chaquetón soviético y la sudadera en la mano. Tras despedirme de mi familia procedí a dirigirme a la puerta de embarque y toda la parafernalia.

En la cola, mientras me comía de bulla y corriendo un bocadillo de pollo vi que embarcaba dirección Eslovaquia un personaje de la escena popera Granadina, en ese momento y con la boca llena de pollo pensé, el mundo, querido Carolo, es un pañuelo.

Tras elegir mi asiento, que como costumbre suele ser cerca de las alas, pues me gusta ver el funcionamiento de los Flaps y de los Breaks en los aterrizajes, me di cuenta que una madre y su hijo decidieron sentarse a mi lado. No me di cuenta de lo que ocurría pues estaba con la música a todo carajo (como es usual), cuando me quité los cascos me percaté de que el niño, sentado a mi derecha estaba hablando alemán.


Resulta que era un chico muy gracioso, y yo podía entender parte de lo que él decía, “Mamá mira cuanta gente en esa pegatina!” , “Ahora la gente tiene máscaras”, ”Ahora toda esta gente sale del avión porque hay fuego, corre, rápido” a lo que yo no pude evitar decir “mejor que eso no ocurra, pequeño”. Y con esto establecí conversación con la madre. Resulta que el pollo de cuatro años era Español, de madre Eslovaca y de padre Austriaco, así que el nene, con sus cuatro añitos, hablaba Español, Alemán, y un poco de Eslovaco “porque si no, la abuela no me da regalos por navidad”. Definitivamente, si alguna vez tengo críos me gustaría que fuesen multilingües, como los deuvedés.



Tras ver dos películas sobre un perro rojo llamado klein hunt o algo así, y quedarme torrao unas cuantas veces aterrizamos en el aeropuerto de Bratislava donde conocí a un malagueño mientras esperábamos el bus. Se dirigía a Viena para hacer una prueba de selección para ser cocinero en la embajada. No hablaba Alemán y me atrevería a decir que su inglés no era precisamente fluido. Así que le dije que yo también iba a la estación de trenes y podíamos ir juntos en el bus.

Tras comprar los billetes correspondientes empezamos a contarnos las típicas historias a lo que él apelaba “hostia que blanco está este país”, “Joder, son las 3 de la tarde y está anocheciendo” . En el bus, estando este completo, se acercó una chica y el perfecto desconocido le dijo, “siéntate guapa!” a lo que la chica respondió en un perfecto español “no gracias, estoy bien de pié”. Nos quedamos los dos de piedra. Acto seguido ella nos contó que estudiaba filología Española y nos preguntó qué hacíamos ahí, y por qué habíamos dejado nuestro soleado país para vivir en el centro Europeo.

Finalmente llegamos a la estación donde el perfecto desconocido compró su billete hacia Austria y yo comprobé desde qué andén salía mi tren ,procedente de Hungría. Acto seguido acompañé al perfecto desconocido a coger su tren, no sin antes desearle suerte con su entrevista de trabajo. Como hacía un frío de tres pares de cojones (-8º DENTRO de la estación) decidí ir a tomas un café en un pequeño antro llamado Káva a Internet, dónde las camareras, muy Eslovacas ellas, me mandaron a la mierda (primero en Eslovaco y luego en Alemán) por que el bar estaba lleno “pero no ves que no hay mesas libres?!?!?!?!?” (Me río yo de la mala follá Granaína).



Así que nada, a esperar en la estación con TODA LA CARAJA a que viniese el puto tren de Hungría. Primera noticia, tren retrasado 20 minutos. Segunda noticia tren retrasado 50 minutos. Tercera noticia? Tren retrasado 80 min. Por aquel entonces me había bebido dos cafés de la máquina expendedora y un bocaillo de chóped.


Mientras me comía el bocaillo presencié unas cuantas escenas dignas de mención. Yo estaba advertido de que la estación de trenes era un lugar bastante “curioso” (un local me lo dijo), pero nunca me imaginaría que fuese así. Gente, mucha gente, gente elegante, gente menos elegante, gente con esquís, snow, gente corriendo, gente esperando, policías, pobres, delincuentes comunes huyendo de los policías, pero lo mejor son los yonkis. Yonkis que hablando perfecto inglés para pedir cigarros o limosna y que pelean (literalmente) por el único radiador que hay en la estación.

Y ahí me hallaba yo, muerto de frío, con la bufanda tapándome la cara, el gorro, la capucha tapándome todo de tal manera que solo se me veía los ojos, presenciando como un yonki, el típico pobre que lleva MILLONES de bolsas y un snowboarder se peleaban por meter las manos entre el radiador.


Lo crean o no, llegué sano y salvo a mi casa ( o es que esperaban menos? ). Y al día siguiente a currar, hasta hoy. Sí, he currado en noche buena y el día de navidad. Sí estoy con la depresión post once días alcohólicos en mi tierra. Y sí no voy a poner más coñazo pues ya habéis tenido suficiente, al menos por hoy.

Señores, felices fiestas, disfruten ustedes que están cerca de los suyos, y sean todo lo bueno que puedan, que los reyes vienen pronto


miércoles, 1 de diciembre de 2010

Frescor caribeño

Defenitivamente el invierno está llegando a la República. Los termómetros marcan -9º grados, Camaro marca unos 3 grados menos de media y la verdad está tó más blanco que el copón (creo que la situación lo requiere, verdad?)



Lo que dice Google. Mamá te aseguro que con la calefacción apagá y durmiendo en pelotas sudo de lo lindo. Que no, que tu niño no está pasando frío, de verdad!

Ayer tuve mi primera experiencia conduciendo por carreteras nevadas. Como buen cateto de "playa" estaba deseando comprobar como era la experiencia y lo que llevar neumáticos de invierno conlleva.

Lo que dice Camaro...

Bueno, pues para empezar conducir sin saber dónde acaba la calzada y empieza la acera es un poco misterioso, por no decir dónde empieza el carril contrario porque no siempre ha pasado un coche antes que tú por el camino por el que vas. ¿Y con respecto a los neumáticos? No me quiero ni imaginar lo que supone no llevar unas gomas de inverno, estoy practicando el contravolante de lo lindo, y el tema de salir en segunda para que no patinen las ruedas. Ahora puedo entender porqué la gente se va a los parkings, y como bien dijeron los Lituanos, al lago cuando está helado a hacer trompos. Cosa que por cierto, estoy deseando de probar MUAHAHAHAHAHA!

Y no sólo eso si no que al volver a casa conduciendo tras recoger a un compañero que venía de UK, me pasó algo curioso. Una mujer de avanzada edad, en mitad de la nieve empezó a levantar la mano y a hacerme señas, como si un taxista me tratase, y yo, sin pensarlo un momento paré. Ella se subió al coche y como nos pudimos entender (o yo quise entender pues no hablaba inglés) me dijo que perdía el tranvía y que la acercase a la parada. Y es que a -9º y con la nieve que te hace andar como los patos cualquiera llega al último autobús, y perderlo a las tantas de la noche es un poco faena..

En fin señores a ver si en mi día libre hago algo de provecho y me voy a hacer fotos con luz y os enseño un poco la ciudad nevada, que por qué no decirlo, tiene mucho encanto. Y a parte con la decoración navideña la cosa gana.

Pa estar tiradad desde la ventana a las 8 la tarde usando una botella de duvel como trípode no está mal, verdad compae?

Enga! Tapaos las orejas, mamelucos!