Quiero romper todos éstos meses de silencio con lo siguiente:
Hace tiempo me asaltó una duda y es que ha estado rondando por mi cabeza durante varias semanas, armado de valor y sin ánimo de ofender la expongo ante vosotros.
"¿Cómo sabe un ciego cuando ha de dejar de frotarse el ojallo para luego no dejar toda la zurraspa en los gayumbos?"
Espero que, finalmente, la duda sea resuelta y pueda volver a conciliar el sueño. Y de no ser así pido perdón a todas aquellas personas a las cuales ésto pueda traer por la calle de la armagura.
Para darle un toque más autóctono a los lares donde resido, se despide, Karel, Karel Retamerék
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